De la transcripción a la transformación. Una necesaria acción sobre La siempre viva de Carlos Guastavino

Resumen

La transcripción fue un recurso frecuente que Carlos Guastavino aplicó a su propia música. En sus canciones populares, la transcripción del acompañamiento del piano a la guitarra constituyó una acción fundamental, que posibilitó una circulación más fluida de dichas obras dentro del llamado ‘boom del folclore’, típico de la Argentina de los años 60. Considero que la transcripción de La siempre viva (1965), revisada y digitada por Roberto Lara, presenta problemas en el ordenamiento de los elementos musicales y, puntualmente, en la métrica en la parte de la guitarra, lo que incide significativamente en la decodificación por parte del intérprete y, por ende, influye en la recepción por parte del público enculturado en los ritmos del Litoral argentino, particularmente del chamamé. Concluyo que una transformación de la transcripción posibilitaría una mejor comunicación entre las intenciones del compositor y la acción del instrumentista y preservaría la correspondencia estilística con el original.