La complejidad creadora. Elucidación de un proceso de creación musical

Resumen

Este trabajo parte del pensamiento dicotómico de Straus, cuando caracteriza los momentos gnósico (conocer) y pático (sentir) y determina sus diferencias: el sentir está enraizado en el movimiento de atracción o repulsión que experimenta el creador con todo su ser, mientras que el conocer es el resultado de una elaboración conceptual mediada por el lenguaje. En ninguna parte de su trabajo Straus determina la existencia de un pasaje entre estos dos momentos, lo que nos permite formular la hipótesis de que, para él, se trataría de dos categorías irreductibles. Siendo esto último imposible de comprender para un artista, que trabaja normalmente en los dos niveles para realizar su obra, salimos a la búsqueda de ese pasaje entre el conocer y el sentir interpretando el pensamiento de Straus a la luz de la fenomenología y las neurociencias; formulamos la hipótesis de que el sentir, el momento pático, constituye lo que hoy en día llamamos conocimiento encarnado o enacción. Este punto de vista nos permitió basarnos en la concepción de circularidad entre conocimiento encarnado y conocimiento conceptual de Merleau-Ponty y Varela, lo que nos acercó mucho a la cuestión del pasaje entre el sentir y el conocer. Pero un problema suplementario se hizo patente en la representación de esta circularidad: respetando a Straus, sentir y conocer se encontrarían en dos categorías ontológicas diferentes, dado que una tiene su raíz en el movimiento y la acción —en la intencionalidad, diría Husserl—, y la otra no. Esto impedía imaginar un mero movimiento circular entre las dos, puesto que, de ser así, para que sentir y conocer comunicaran deberían estar ubicadas en el mismo nivel ontológico. Es ahí donde articulamos la representación topológica de Deleuze, permitiendo la circularidad y al mismo tiempo posibilitando el hecho de que sentir y conocer guardaran sus diferencias específicas; categorías separadas, pero al mismo tiempo unidas, la cinta de Möbius nos permite visualizar la virtualidad presente del conocer (el sentir), y, viceversa, la virtualidad presente del sentir (el conocer). Así quedaba definida la dinámica entre los dos momentos de Straus, pero no así la razón de ser, el combustible que pone esta dinámica de pasaje en funcionamiento. Nuestra hipótesis sostiene que la circularidad conocer/sentir se produce por lo que Jean-Marie Schaeffer llama la inmersión mimética, término que actualiza un descubrimiento de Platón en La República tres siglos antes de Cristo. Se trata de la personificación de materiales y de situaciones que experimenta el sujeto cuando la inmersión se produce y de su separación/ objetivación cuando la inmersión mimética está ausente.